Fin al premio nacional de Tauromaquia en España, un paso significativo hacia la Protección Animal

En un giro inesperado que ha sacudido el mundo de la tauromaquia, el gobierno español ha decidido darle fin al premio nacional de Tauromaquia, una distinción que celebraba a los toreros y a los aficionados más destacados del sector.

Según el Ministerio de Cultura, la decisión responde a la necesidad de actualizar los Premios Nacionales para alinearlos con los cambios en el ámbito creativo y cultural, en respuesta a las exigencias de la sociedad.

Esta medida marca un hito en la evolución de la política española en relación con la protección animal, y refleja un cambio de actitud hacia una práctica que ha sido objeto de creciente controversia.

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España toma conciencia de sus actos

El Premio Nacional de Tauromaquia, establecido en 1985, fue creado para reconocer la excelencia en el arte de la tauromaquia, una tradición profundamente arraigada en la cultura española.

Sin embargo, el pasado viernes, el Boletín Oficial del Estado de España (BOE) actualizó las normativas relativas a los

Premios Nacionales y eliminó de manera oficial el Premio Nacional de Tauromaquia.

Para atender a la “necesidad de adaptar los Premios Nacionales a la evolución del sector creativo y cultural en atención a las demandas sociales”

La creciente oposición a las corridas de toros y la gran conciencia que se ha generado sobre los derechos de los animales han llevado a un cambio en la percepción pública y gubernamental.

En su cuenta personal en la red social X, el ministro de Cultura de España, Ernest Urtasun, expresó su “satisfacción” por la “conclusión” del proceso de eliminación, el cual fue iniciado por su Ministerio en mayo de este año.

También expresó su agradecimiento a las más de 3.000 entidades y particulares que participaron en la consulta pública sobre la eliminación del premio, cuyo proceso requería la modificación de la Orden Ministerial.

“Los resultados son bastante categóricos porque más del 90% de las respuestas que hemos recibido han apoyado la medida de supresión de este premio. Estos datos demuestran que hay cada vez más una mayoría de españoles y españolas que ya no concuerdan con el maltrato animal en nuestra sociedad”, aseguró

Eliminación del Premio Nacional de Tauromaquia

Este premio anual, establecido por primera vez en 2013, otorgaba 30.000 euros al vencedor. El último galardonado con el Premio Nacional de Tauromaquia fue Julián López, conocido como “El Juli”, en 2023.

El pasado 3 de mayo, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, eliminó tanto este galardón como la Medalla de las Bellas Artes de la Tauromaquia, lo que provocó una controversia considerable.

En junio, la Comisión de Cultura del Congreso español votó una propuesta no vinculante presentada por el principal partido de la oposición, el Partido Popular (PP), para restablecer y preservar este premio. La propuesta fue rechazada con 20 votos en contra y 17 a favor.

Tanto el sector taurino como líderes regionales, incluyendo a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de Madrid, y Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha (PSOE), se opusieron a esta eliminación en ese momento.

Tauromaquia desde la perspectiva de la violencia animal

El fin del Premio Nacional de Tauromaquia resalta una tendencia creciente en la sociedad hacia la erradicación de prácticas que implican violencia y sufrimiento animal.

La tauromaquia, que implica la tortura y el sacrificio de toros en un entorno de espectáculo, es vista cada vez más como una forma de violencia que no tiene cabida en una sociedad que valora el bienestar y la dignidad de los seres vivos.

“Si la tauromaquia es arte, el canibalismo es gastronomía” Manuel Vicent

El análisis de la violencia animal revela que actividades como las corridas de toros no solo infligen un sufrimiento inmenso a los animales, sino que también perpetúan una cultura de brutalidad y desensibilización hacia el dolor ajeno.

La decisión de eliminar el premio refleja un avance hacia una ética más compasiva y consciente, y plantea una oportunidad para que España reafirme su compromiso con los derechos de los animales y promueva prácticas más humanas y respetuosas.