Picaduras de garrapatas en perros ¡Enfermedades y prevención!

Como dueño de un perro, es posible que te preocupe que tu mascota pueda estar expuesta a garrapatas, esos pequeños parásitos externos que se adhieren a la piel y se alimentan de sangre. Y no es para menos, pues las picaduras de garrapatas en perros no solo son molestas, sino que también pueden transmitir graves enfermedades.

La falta de conocimiento sobre estos riesgos y la manera de prevenirlos puede poner en peligro la salud de tu compañero peludo. En este post te explicamos todo lo que necesitas saber para mantener a tu amigo sano y feliz, desde las enfermedades que pueden transmitir las garrapatas hasta las mejores formas de prevenir sus picaduras.

Transmisión de enfermedades de las garrapatas

Las garrapatas son conocidas por ser vectores de diversas enfermedades en los perros. Estos parásitos externos se adhieren a la piel de los canes y, a través de su aparato bucal, succionan su sangre. Durante este proceso, transmiten patógenos como bacterias y protozoos que causan enfermedades graves.

Los parásitos pasan por varias etapas de desarrollo: huevo, larva, ninfa y adulto. En cada una de estas fases necesitan una comida de sangre para evolucionar, y durante estas comidas es cuando pueden transmitir enfermedades.

El riesgo aumenta si la garrapata permanece adherida durante un largo periodo. Por ello, es necesario detectarlas y eliminarlas rápidamente para reducir el riesgo de transmisión de enfermedades.

En este sentido, la prevención es clave para evitar las picaduras de garrapatas y la transmisión de enfermedades en perros. Usar tratamientos antiparasitarios periódicos y revisar a tu perro regularmente, especialmente después de paseos en áreas propensas a garrapatas, puede hacer una gran diferencia.

¿Qué enfermedades pueden causar las garrapatas en los perros?

Las garrapatas, además de ser molestas, transmiten diversas enfermedades que afectan gravemente la salud de tu perro. Pero ¿cuáles son las principales?

1. Ehrliquia

La ehrliquiosis es una afección bacteriana transmitida por la picadura de garrapatas infectadas. Esta enfermedad afecta los glóbulos blancos de los perros, debilitando su sistema nervioso e inmunológico. Los síntomas incluyen fiebre, letargo, pérdida de peso y problemas de coagulación.

Es preciso detectar la enfermedad ehrliquia canina a tiempo, ya que puede ser tratada eficazmente con antibióticos si se diagnostica pronto.

2. Enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme es una de las enfermedades más conocidas transmitidas por garrapatas. Es provocada por la bacteria Borrelia burgdorferi y puede causar fiebre, cojera, inflamación de las articulaciones y, en casos graves, problemas renales.

La prevención es clave, así que asegúrate de revisar a tu perro regularmente después de paseos por áreas boscosas o con alta vegetación.

3. Anaplasmosis

Afecta tanto a los glóbulos blancos como a las plaquetas, causando síntomas como fiebre, letargo, falta de apetito y dolores articulares. La detección temprana y el tratamiento con antibióticos son esenciales para la recuperación de tu perro.

4. Babesiosis

La babesiosis es causada por protozoos que infectan los glóbulos rojos de los perros, llevándolos a sufrir anemia, fiebre, orina oscura y letargo. Esta enfermedad puede ser particularmente grave, por lo que es fundamental llevar al perro al veterinario si presenta síntomas tras haber sido mordido por una garrapata.

La prevención mediante el uso de antiparasitarios es una excelente manera de proteger a tu mascota de esta y otras enfermedades.

Formas de prevención de picaduras de garrapatas en perros

La prevención es la mejor defensa contra las picaduras de garrapatas en perros. A continuación, te ofrecemos algunas estrategias efectivas para mantener a raya estos parásitos externos.

Antiparasitario periódico

Los productos contra parásitos externos vienen en diversas formas, como collares, pastillas, pipetas o sprays, y están diseñados para matar o repeler a las garrapatas antes de que puedan adherirse y alimentarse de tu perro.

Pero solo son efectivos si sigues las recomendaciones del veterinario para elegir el producto más adecuado y aplicarlo con la frecuencia correcta. Un tratamiento constante y bien administrado, evita muchos problemas de salud relacionados con las garrapatas.

Aumento de medidas de higiene

Mantener una buena higiene es fundamental para prevenir las infestaciones de garrapatas. Cepilla a tu perro regularmente y revisa su piel y pelaje en busca de garrapatas, especialmente después de paseos por áreas con vegetación alta.

Presta especial atención a las orejas, el cuello, las patas y el vientre, ya que son lugares donde las garrapatas tienden a esconderse. Si encuentras una, te recomendamos seguir los siguientes pasos:

1. Usa guantes y ten a mano unas pinzas finas.
2. Sujeta la garrapata lo más cerca posible de la piel del perro. Tira suavemente hacia arriba sin girar ni aplastar.
3. Desinfecta el área de la picadura y las pinzas con alcohol.
4. Coloca la garrapata en alcohol para asegurarte de que esté muerta antes de desecharla.

Siempre vigila la zona de la picadura por signos de infección y consulta a tu veterinario si tienes dudas o si observas algún síntoma inusual en tu perro.

De igual forma, bañar a tu perro con champús especiales también ayuda a eliminar garrapatas y otros parásitos externos, además estos suelen contener ingredientes antiinflamatorios que favorecerán la recuperación de la piel.

También es importante mantener el entorno donde vive tu perro limpio y libre de maleza, ya que reduce significativamente el riesgo de infestación.

Paseo en lugares seguros

Evita las áreas con vegetación densa, alta hierba y bosques, ya que son los hábitats preferidos de las garrapatas. Opta por parques bien mantenidos y caminos pavimentados donde las probabilidades de encontrar garrapatas sean menores.

Si vives en una zona donde las garrapatas son comunes, es recomendable mantener tu jardín bien cuidado y libre de maleza para reducir el riesgo de que estos parásitos entren en contacto con tu mascota.

Mantén siempre una vigilancia constante y consulta a tu veterinario para ofrecer el mejor cuidado a tu amigo peludo.