Problemas neurológicos en perros ¿Qué son y cuales son los más comunes?

Los problemas neurológicos en perros son una patología más frecuente de lo que muchos dueños de canes podrían imaginar. Además, al ser el sistema nervioso tan complejo, la detección temprana de cualquier indicio que pudiese alertarnos de un daño neurológico es crucial para evitar lesiones graves o irreversibles. 

En este post, te daremos a conocer las enfermedades neurológicas más comunes en perros. Así como los signos que podrían alertarnos sobre la presencia de este tipo de trastornos. Además, abordaremos el complejo tema de los tratamientos y calidad de vida esperada para los pacientes con problemas neurológicos.

Así que si los problemas neurológicos en perros son de tu interés, te invitamos a leer este artículo y a aprender junto a nosotros. 

¿Qué es una enfermedad neurológica en el perro? 

Las enfermedades neurológicas en el perro son padecimientos que pueden darse en cualquier momento de la vida del animal. Su cerebro, al igual que el nuestro, podría verse afectado por numerosos tipos de patologías como pueden ser hernias discales, epilepsia, meningitis o tumores. 

En ocasiones, una enfermedad de la madre gestante puede provocar problemas neurológicos en las crías, si no causan directamente un aborto. Es así que, podemos ver daño neurológico en perros cachorros como puede ser la ataxia o la epilepsia. Aunque también podremos ver enfermedades neurodegenerativas como la demencia, que se hacen presentes con la vejez.

¿Cómo saber si mi perro tiene un problema neurológico?

Los síntomas de enfermedades neurológicas en perros a menudo tienden a confundirse con los que se dan en padecimientos que involucran órganos diferentes al cerebro. Por ello, es recomendable realizar un diagnóstico exhaustivo antes de optar por un tratamiento o remedio casero.

A continuación, te mostramos los síntomas mayormente asociados con enfermedades del sistema nervioso central:

• Convulsiones: Las convulsiones pueden deberse a trastornos neurológicos como la epilepsia, pero también pueden estar causadas por alteraciones metabólicas, intoxicaciones, traumatismos, etc. Por ello un diagnóstico diferencial es clave. 
• Debilidad o parálisis en las extremidades: Esta es una de las señales más frecuentes de daño neurológico en perros mayores. Y aunque puede deberse a problemas degenerativos de columna o cadera, o incluso de desgaste de articulaciones, las causas también pueden ser neurológicas. 
• Alteraciones motoras: Cuando vemos que un perro camina de forma anómala, de forma descoordinada o con movimientos en círculos (siendo solo capaz de moverse en un sentido). Debemos llevarlo de inmediato al veterinario, pues podríamos estar presenciando un accidente cerebrovascular o una lesión importante en el sistema nervioso.
• Alteraciones del estado mental: Decaimiento y depresión podrían alertarnos, más aún si vemos al perro presionar su cabeza contra un mueble o pared, es urgente llevarlo al veterinario, pues posiblemente se trate de una alteración a nivel del sistema nervioso central. 
• Cabeza ladeada: Si vemos que nuestro perro tiene la cabeza de lado, y además parece haber desarrollado estrabismo u otro movimiento involuntario de los ojos, pérdida de equilibrio y síntomas similares, debemos llevarlo al médico. 
• Temblores: Los temblores en momentos en que no hay una justificación fisiológica (cuando hace frío, el can está nervioso o está en reposo) debemos grabar el tipo de temblores, documentar cualquier otro síntoma y dirigirnos cuanto antes al veterinario.

Enfermedades neurológicas de los perros más comunes 

A continuación, veamos las enfermedades neurológicas que suelen afectar a nuestras queridas mascotas con más frecuencia. Ten en cuenta que, aunque existen otras, con un adecuado esquema de vacunación se pueden prevenir en su mayoría:

Convulsiones 

Las convulsiones en perros pueden tener distintos motivos: intoxicación, accidente cerebro-vascular, traumatismos o lesiones neurológicas. Antes y después de una convulsión, podemos ver al perro mostrarse inquieto o agresivo. 

Dentro de las convulsiones, podemos distinguir dos tipos:

• Convulsión parcial: Las convulsiones parciales se caracterizan por temblores de cabeza, contracción de una extremidad, y pueden acompañarse, aunque no siempre, de alteraciones conductuales como pueden ser ladridos sin motivo, perseguirse la cola, agresividad injustificada o “cazar moscas imaginarias”. Aunque parezca menos grave, una crisis parcial puede llegar a generalizarse. 
• Convulsión generalizada: En las convulsiones generalizadas veremos alteraciones motoras en todo el cuerpo, contracciones musculares involuntarias, rigidez en el cuello o extremidades, pedaleo o inclusive micción/defecación involuntaria. 

Si es la primera vez que tu mascota tiene una convulsión, es necesario realizar un diagnóstico, y en caso de determinarse un problema neurológico, hay que seguir el tratamiento y tener el siguiente consejo en cuenta:

Por regla general, si una convulsión dura más de 2 minutos, aumenta su frecuencia, gravedad, la recuperación no es correcta o el animal hila una convulsión con otra, es urgente ir al veterinario pues la vida de la mascota podría estar comprometida. 

Ataxia 

Se conoce como ataxia a la alteración de la marcha en que los miembros pierden su coordinación. 

Este tipo de alteración suele deberse a lesiones en distintas zonas del sistema nervioso, traumatismos físicos, intoxicación o incluso enfermedades como el moquillo canino, por lo que es esencial determinar la causa en cuanto se perciben los primeros signos. 

Los síntomas más comunes son:

• Durante la marcha, el perro se inclina a un lado y su rumbo se desvía.
• Cuando camina, sus patas se cruzan o una de ellas se arrastra.
• Tropiezos e incapacidad de realizar movimientos concretos. 
• Cabeza inclinada hacia el suelo.
• Movimiento involuntario de los ojos.

Ante estos síntomas, es imprescindible buscar ayuda veterinaria para determinar la causa y extensión del daño.

Demencia senil 

Uno de los problemas neurológicos en perros viejos de los que menos se conoce, pero que pueden afectarlos con más frecuencia de la que se cree es la disfunción cognitiva en perros o demencia senil canina.

Los comportamientos asociados a esta demencia en los canes senior son:

• Desorientación. 
• No reconoce a los miembros de la familia o vecinos. 
• Depresión.
• Incontinencia dentro de casa. 
• Problemas conductuales con cambio de temperamento.
• Desajustes en los horarios de sueño.

Para el diagnóstico de la demencia senil en perros, se deben descartar toda clase de causas orgánicas. Una vez se determina que se trata de esta enfermedad, aunque no existe cura, se pueden implementar cuidados, realizar cambios en el hogar y en las rutinas para disminuir el ritmo de degeneración cognitiva y enriquecer la dieta con antioxidantes y suplementos neuroprotectores. 

Incluso el veterinario podrá recomendar especiales suplementos para perros ancianos y una nutrición especializada para combatir el envejecimiento cerebral canino y apoyar en la búsqueda de cambios positivos en los signos seniles. Un ejemplo de alimento es Hill’s Youthful Vitality ideal para perros mayores de 7 años. 

Epilepsia 

La epilepsia canina es un trastorno cerebral a largo plazo que puede originarse por infecciones virales o bacterianas, traumatismos, tumores, trastornos metabólicos, deficiencia de vitamina B1, intoxicación o incluso la administración de medicamentos. 

Aunque también existe la epilepsia idiopática, en que se desconoce el origen de la misma, y es común en la raza caniche, schnauzer y cocker spaniel.  Los síntomas de la epilepsia en perros se producen en cuatro fases:

• Fase prodrómica (previa a la crisis): veremos inquietud varias horas o días antes de la crisis. 
• Fase del aura: en esta, el can se apega continuamente al cuidador y muestra cambios en su comportamiento.
• Fase del ictus: el perro puede caerse de forma repentina, tener contracciones involuntarias, movimientos de masticación, alucinaciones, salivación excesiva, orinar/defecar involuntariamente y otros síntomas de convulsión.
• Fase post-ictal: en este momento, se inicia la recuperación del animal.

Tratamiento neurológico en perros

Lamentablemente no existen remedios para problemas neurológicos en perros como tampoco existen demasiados tratamientos farmacológicos o convencionales 100% efectivos para revertir el daño neurológico. 

Así que el único modo de descubrir cómo curar un perro con problemas neurológicos es determinando antes que nada la causa de la enfermedad. En algunos casos, se pueden recetar fármacos para aumentar el aporte de oxígeno en el cerebro, lo cual ayuda en padecimientos como la demencia senil, o podrían emplearse medicamentos para la epilepsia, aunque en estos existe un gran riesgo de provocar ataxia como efecto secundario. 

Por ello, lo más importante es no restarle importancia a cualquier síntoma neurológico en nuestra mascota, y acudir tempranamente al veterinario en busca de un tratamiento a la medida del problema detectado.

Como ves, los problemas neurológicos en perros no solo se presentan en perros ancianos sino también durante cualquier etapa de la vida. Por ende, resulta importante empezar a cuidar la salud cognitiva de nuestros peludos desde que son pequeños cachorros.

Recuerda que este artículo es netamente informativo, y que en el Blog de Agrocampo contamos con autoridad para dar diagnósticos ni tratamientos veterinarios. Por ello, la consulta veterinaria siempre será la primera opción ante un problema de salud. 

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Bibliografía

1. Schaer, Michael (2006). Capítulo 13 “Alteraciones neurológicas” En “Medicina clínica del perro y el gato”; Páginas 504 a 520
2. Ettinger, Stephen (2007). Capítulo 44 “Neurológicas”, en «Tratado de medicina interna veterinaria, Vol 1”; página 153 a 181.