¿Cómo adaptar un gato con un perro? ¡Sigue el paso a paso!

Sin lugar a duda, el calificativo: “Se llevan como perros y gatos” no existe porque sí. Esta denominación negativa se atribuye cuando dos personas tienen una muy mala relación, y tiene su origen gracias a la “supuesta” mala relación que existe entre los perros y los gatos.

No obstante, lo cierto aquí es que los gatos y los perros pueden adaptarse perfectamente a vivir juntos, e incluso llegar a tener una increíble relación. Solo basta con socializarlos de forma adecuada. 

Por lo anterior, te contamos la verdad sobre la relación entre perros y gatos, y algunas efectivas recomendaciones para adaptar un gato con un perro de forma adecuada. ¡Te aseguramos que serán los mejores amigos!

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¿Por qué los gatos odian a los perros y viceversa?

El calificativo: “Se llevan como perros y gatos” es propio de la jerga del castellano común y se usa habitualmente en muchas partes del mundo. Tan es así que, incluso se ha plasmado en diferentes series, películas y cómics, pero la verdadera historia es que, los perros en sí no odian a los gatos ni viceversa. 

Tanto los perros como los gatos, por más domesticados que estén en la actualidad, siguen teniendo un instinto natural. Provienen de los cánidos y los felinos respectivamente, por lo que su instinto natural llama, convirtiéndolos en “cazador y presa”. 

Lo anterior, quiere decir que al encontrarse frente a frente, el instinto se despierta y por ende empieza la persecución. Y no necesariamente, con el objetivo de hacerles daño, en muchos casos se da por simple curiosidad.

Sin embargo, es algo que le sucedería a un perro con cualquier animal más pequeño que él, no obstante, el encuentro entre perros y gatos se da de forma mucho más común que con cualquier otro. Por lo cual es tan popular el dicho.

Tips para adaptar un gato a un perro

Una vez decidimos adoptar un perro o un gato y nos convertimos en verdaderos padres Pet lovers, te aseguramos que no tendrá que pasar mucho tiempo para sentir nuevamente la necesidad de adoptar a un segundo miembro peludo e integrarlo a la familia.

Pero, el problema surge cuando optamos por adoptar un perro teniendo ya un gato en casa, o viceversa. Esto debido al famoso paradigma de que los gatos y los perros no se la llevan bien. 

Sin embargo, basta con implementar un proceso de socialización para lograr una convivencia óptima en casa entre ambas mascotas. Solo sigue el siguiente paso a paso:

Si el nuevo miembro de la familia es un perro

1. Equipa un cuarto para el cachorro con los implementos necesarios para que duerma, se alimente, juegue y vaya al baño.
2. Ubica al cachorro en dicho cuarto solo, por unos 4 o 5 días. La idea aquí es permitirles a ambas mascotas olfatear, interactuar y curiosear por debajo de la puerta.  
3. Durante estos días, intercambia cobijas entre ambos. Llévale al gato la cobija del cachorro y viceversa para que vayan identificando los olores y se vayan familiarizando. 
4. Utiliza feromonas para gatos en tu hogar. Los gatos son mucho más territoriales que los perros y también más propensos a estresarse. Así que las feromonas serán una buena alternativa para hacerlos sentir en confianza.
5. Ahora llegó el momento de presentarlos. Lleva tu gato al lugar donde esté el cachorro y asegúrate de elegir un espacio físico de encuentro que sea amplio y con salidas por si el gato quiere escapar.
6. Asegúrate de buscarle juego a tu gato, utilizar snacks y consentirlo para que se sienta en un ambiente agradable y no relacione al cachorro con un mal momento o como causa de falta de atención hacia él. 
7. Permíteles interactuar bajo tu presencia y observa el lenguaje corporal de ambos. Por ejemplo, si notas al gato bufando o con su lomo erguido, lo mejor es que concluyas el encuentro y lo vuelvas a intentar al siguiente día. No obstante, podrás seguir implementando el intercambio de cobijas. 

Con el paso de los días notarás que el gato se adapta a la presencia del nuevo cachorro, es decir, su presencia dejará de ser una novedad para él.

Y si el nuevo miembro de la familia es un gato

Cuando el nuevo miembro de la familia es un gatito, el proceso será muy similar. Sigue los siguientes pasos si buscas cómo adaptar un gato a una casa con perros:

1. Ubica al gato dentro de su respectivo guacal y déjalo en una habitación. Asegúrate de dejarlo solo en la habitación y con la puerta del guacal abierta. 
2. Ubica en la habitación su caja de arena, comedero, bebedero, gimnasio y todas su pertenencias. Lo que buscamos aquí es que empiece a familiarizarse con el espacio y a ganar confianza. En esta etapa todo será nuevo para él, así que debes darle tiempo para que se adapte.
3. Una vez el gato se ha adaptado a dicha habitación, ubícalo nuevamente dentro de su guacal con la puerta cerrada y llama a tu perro. El objetivo aquí será presentarlos por primera vez. 
4. Para presentar un perro y un gato, lo único que debes hacer es permitirles interactuar. Eso sí, asegurándote de que la puerta del guacal esté cerrada. Probablemente el perro empezará a olfatear y a curiosear y debes permitírselo. En caso de notar una actitud agresiva del perro o de pánico por parte del gato, suspende la actividad y vuelve a intentarlo más tarde. 
5. Evita el contacto visual directo entre ambos animales, para ello debes intentar distraerlos utilizando snacks o juguetes
6. Repite el ejercicio anterior las veces que sea necesario. Con el tiempo verás que se acostumbran a estar juntos sin problema. 
7. Una vez observes que hay tolerancia entre ambos, abre la puerta del guacal y permítele al gato salir por su propia voluntad.
8. Asegúrate de supervisarlos los primeros días, hasta que se dé una relación de confianza y respeto mutuo entre ambos.

Factores de los cuales depende la socialización entre gatos y perros

1. La edad

A la hora de buscar adaptar un gato con un perro, la edad será bastante determinante y por supuesto hará más o menos difícil que se de una óptima socialización. 

Entre más jóvenes sean ambos animales, será mucho más fácil que se lleven bien. Los cachorros y gatitos suelen entablar buenas relaciones de manera casi inmediata. 

En cuanto a un perro o un gato mayor, la situación se complica un poco más. Pero ojo, esto no quiere decir que adaptar un gato con un perro sea imposible. Únicamente, hay que implementar los pasos mencionados en el apartado anterior con mayor detenimiento. 

2. El sexo

Los perros y los gatos, ambos son animales territoriales, por ende, socializar un perro y un gato del mismo sexo será más complicado. 

Al intentar socializar un gato macho con un perro macho o un gato hembra con un perro hembra, probablemente se den más disputas e intolerancias entre ambos. Por simple protección de su territorio y miedo de perder su posición. 

De tal forma que, a la hora de adoptar un nuevo peludito lo ideal es que sea del sexo contrario a tu mascota. 

3. El carácter

El carácter o personalidad de la mascota también será un factor fundamental a la hora de buscar adaptar un gato a un perro. 

Una mascota que cuente con un carácter dócil será mucho más fácil de relacionar. Lo contrario sucede con los perros y gatos que cuentan con comportamientos agresivos. En estos casos, nuestra mayor recomendación es que consultes con un etólogo que pueda tratar a tu perro o gato y buscar una solución que no ponga en peligro al nuevo integrante.

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Como ves, relacionar a un perro con un gato es un proceso de dedicación y tiempo, pero para nada imposible de lograr. Esperamos que después de leer esta información, puedas adaptar un gato a un perro de forma óptima.

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Fuentes

• Gerd Ludwig, 300 preguntas sobre gatos. Editorial Everest; 1er edición (1 Enero 2009)
• https://www.youtube.com/watch?v=Lcab-14tC_I
• Gonzalo Chavez, Etología clínica veterinaria del gato. Ril Editores (Universidad Santo Tomás)