Parasitosis en bovinos de carne ¡Este es el tratamiento!

parasitosis en bovinos de carne

sábado 30 marzo, 2024

Los parásitos internos, también llamados endoparásitos, son la principal causa de infecciones graves relacionadas con la parasitosis en bovinos de carne en todo el mundo.

La parasitosis es una enfermedad común del ganado en pastoreo, causada por nematodos (gusanos redondos) y cestodos (gusanos planos). Esta afecta al ganado vacuno, ovino y caprino y se caracteriza por una baja eficiencia productiva, debido al deterioro de la condición corporal del animal.

Por lo tanto, el control eficaz de estos agentes es fundamental para mantener la salud y el bienestar animal, respaldar la seguridad alimentaria y, potencialmente, los esfuerzos de salud pública.

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¿Qué son las parasitosis en bovinos de carne?

Las enfermedades parasitarias en bovinos son enfermedades que poco a poco van ganando importancia debido a su impacto directo en la salud del ganado.

Si no se tratan con prontitud, estas afecciones pueden tender a volverse crónicas, causando pérdidas económicas a nivel agrícola. Las diversas acciones del parásito sobre el huésped (dañinas, traumáticas, irritantes, tóxicas, antigénicas, etc.) tienen un impacto negativo en los procesos reproductivos del animal afectado.

La depredación se basa en que el parásito quita nutrientes, provocando cambios y desequilibrios en la salud del huésped. En cambio, los
ectoparásitos y endoparásitos están encargados de provocar, entre otras cosas, una acción traumática por su ubicación, entre otros órganos a nivel de diferentes partes del intestino, como los vasos sanguíneos, linfáticos, entre otros.

que son las enfermedades parasitarias en bovinos

Tipos de endoparasitosis y tratamiento

A continuación, te explicamos cuáles son los tipos de endoparasitosis y los tratamientos más eficaces en cada caso.

Criptosporidiosis

Se trata de una enfermedad parasitaria de considerable importancia, causada por protozoos del género Cryptosporidium. La enfermedad afecta principalmente a terneros jóvenes de menos de un mes de edad y se presenta inicialmente como una afección aguda con diarrea acuosa, pérdida de peso y crecimiento lento.

Suele ir acompañado de la presencia de rotavirus o coronavirus, así como de Escherichia coli. Los endoparásitos de este género se transmiten, principalmente por vía oral y tienen un período de incubación de casi 5 días.

El tratamiento es complejo debido al carácter multifactorial de la enfermedad, por lo que debe realizarse una vacunación profiláctica, así como un tratamiento de soporte mediante rehidratación y medidas controladas de higiene del animal.

Coccidiosis

Esta es una enfermedad inflamatoria intestinal causada por un protozoo del género Eimeria. Clínicamente, se manifiesta, junto con otros síntomas, como deshidratación, diarrea acuosa (posiblemente sanguinolenta), anemia y anorexia.

Afecta principalmente a animales menores de un mes, infectados por la ingestión de agua y alimentos contaminados por ooquistes esporulados. Las lesiones son muy específicas y afectan al intestino delgado, al intestino grueso (ciego) y al colón.

La producción intensiva, el saneamiento deficiente y los cambios en la dieta son factores que conducen a esta enfermedad parasitaria. Para la prevención se debe realizar un tratamiento de aproximadamente tres semanas con Amprolio, Decoquinato, Monensina o Salinomicina.

Parasitosis respiratoria

Entre estas enfermedades parasitarias, destaca la parasitosis pulmonar, cuyo agente causal es el Nematodo Dyctyocaulus viviparus, encontrado principalmente en la tráquea, los bronquios y los bronquiolos.

Estos parásitos en forma adulta ejercen una acción obstructiva sobre las partes del sistema respiratorio, dando lugar a la aparición de cuadros de tos intensos, irritación bronquial, disnea y asfixia.

El tratamiento se puede elegir entre una variedad de fármacos antiparasitarios como albendazoles, febendazoles y levamisoles. Asimismo, debe aplicarse antes de que el ganado abandone el pasto para controlar y reducir la carga de parásitos.

Parasitosis gastrointestinal

Existen diferentes enfermedades causadas por la presencia de parásitos gastrointestinales en bovinos. Por su importancia destacan la Verminosis Gastroentéricas y la Esophagostomosisemos.

La primera es una enfermedad parasitaria causada por la presencia de diferentes especies de nematodos en el abomaso e intestino delgado del animal.

Suele afectar a los animales jóvenes cuando pastan, por lo que se debe realizar un tratamiento previo que controle y reduzca la carga parasitaria. Los síntomas son gastritis, anemia, edema y diarrea no sanguinolenta, salvo que estemos ante un cuadro agudo.

El tratamiento y las acciones de prevención son las mismas que se aplican para los agentes infecciosos pulmonares.

No obstante, es importante a la hora de elegir el tratamiento, tener en cuenta que existen larvas (hipobióticas) cuyo desarrollo se detiene y permanecen inmaduras en la pared intestinal durante el invierno, reduciendo así al mínimo su metabolismo basal.

La segunda es provocada por la presencia del Nematodo Oesophagostomum, al nivel de los intestinos delgado y grueso de los animales afectados.

En este caso, las larvas provocan una acción irritante y traumática sobre la mucosa y submucosa intestinal.

Entre otros síntomas se presenta la diarrea, enteritis, malabsorción y cambios en el crecimiento. Las opciones de tratamiento coinciden con las del resto de gastroenteritis parasitarias.

Fasciolosis

Es causada por los efectos de los trematodos hepáticos en el hígado. Los síntomas asociados van desde una inflamación aguda y crónica del tejido hepático hasta efectos irritantes de las vías biliares.

La humedad, las precipitaciones y la temperatura son tres de los factores más importantes en el ciclo de la fasciola, ya que facilitan el crecimiento de los caracoles del género Limnaea, que sirven como huésped intermediario.

El tratamiento estratégico debe realizarse previo a que el ganado abandone el pasto, y así evitar la excreción de huevos de trematodos hepáticos que podrían continuar el ciclo parasitario.

Existen en el mercado muchos productos utilizados para tratar la enfermedad con diferentes niveles de efectividad. No obstante, el Triclabendazol es el producto de elección para el tratamiento de la enfermedad, debido a su amplio espectro en todas las etapas del parásito (adulto, inmaduro y temprano).

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Tipos de ectoparasitosis y tratamiento

Los ectoparásitos son patógenos que generalmente infectan solo las capas superficiales de la piel.

Entre las ectoparasitosis, existe una familia de enfermedades de importancia para la salud veterinaria que se caracterizan por interacciones limitadas parásito-huésped en las capas superiores de la piel.

Son comunes en entornos de bajos recursos y se asocian con una morbilidad significativa. Este grupo incluye enfermedades parasitarias transmitidas por vectores externos como piojos, garrapatas y moscas.

Enfermedades producidas por garrapatas

Son infecciones causadas principalmente por garrapatas de las familias Ixodidae y Argasidae, que causan traumatismos a sus huéspedes al chupar fluidos tisulares y sangre.

Crecen en épocas del año con altas temperaturas (primavera-verano). Tanto la humedad como la temperatura son factores que determinan el desarrollo de los parásitos.

Un tratamiento adecuado y ampliamente utilizado incluye bañar a los animales con productos organofosforados (Ethion) o piretroides (Cipermetrina). El tratamiento con inyección subcutánea de avermectina al 1% también ha demostrado ser eficaz.

Enfermedades producidas por piojos

Existen dos tipos de piojos, los chupadores pertenecientes a los géneros Linognathus, Solenoptes y Haematopinus, y los masticadores pertenecientes al género Damalinia.

Estos últimos, ubicados en el cuello, dorso, zona perineal y cola del animal afectado, se alimentan de restos de piel y llagas, provocando una acción irritativa en el huésped.

Por el contrario, los piojos chupadores entran en contacto con la sangre y provocan hemorragias y lesiones. Los animales afectados por ambos piojos presentan intenso picor, roce con objetos, la automutilación y la pérdida de pelo corporal.

Todo ello puede provocar un deterioro del estado general del animal y una disminución significativa de la productividad. Un método de tratamiento muy popular está basado en el uso de baños que contienen productos organofosforados, piretroides y carbamatos.

El uso de avermectina inyectable también ha demostrado su eficacia contra los piojos chupadores.

Sarna

Es una infección causada por la presencia de ácaros que viven en la piel de los animales afectados y se transmiten por contacto directo o utensilios contaminados.

Estos causan traumatismos en el animal con la succión de sangre y linfa, provocando un intenso picor y la aparición de pápulas/pústulas que al cabo de unos días se transforman en costras.

Enfermedades producidas por larvas de mosca

Desde este tipo de transmisor se identifican dos enfermedades, la Hipodermosis y la Haematobia Irritans.

La Hipodermosis es una enfermedad fúngica de la piel causada por la colonización de larvas del género Hypoderma spp en el tejido subcutáneo del vacuno. Esta provoca una disminución general del rendimiento, así como lesiones cutáneas en las zonas afectadas.

El tratamiento de elección se debe realizar en otoño, antes de que las larvas lleguen al dormidero, preferiblemente en los meses de septiembre, octubre o noviembre, dependiendo del clima donde se produzca el parasitismo.

Para evitar que aumente la población de moscas en el ambiente, es conveniente tratar también en primavera a los animales afectados, para eludir la proliferación de un nuevo ciclo parasitario.

Se recomienda el uso de inyecciones con avermectinas al 1% o aplicaciones dérmicas «pour-on»; que contengan ivermectina al 0,5% y eprinomectina al 0,5% para combatir las distintas etapas de las parasitosis.

Alternativamente, el tratamiento puede ser tópico empleando compuestos organofosforados como el Diazinón. En el caso de la Haematobia Irritans, se recomienda el uso de las ivermectinas «pour-on», efectivas para controlar las infecciones hasta 35 días después del tratamiento tópico.

A pesar de las numerosas opciones de tratamiento y el considerable esfuerzo dedicado al desarrollo de programas de control de parásitos, el control de los endoparásitos sigue siendo un desafío en la mayoría de las regiones del mundo.

La situación se agrava aún más por las crecientes tasas de resistencia a los helmintos en muchas especies. Además, la creación de nuevos medicamentos antihelmínticos implica un proceso costoso y puede prolongarse por períodos de tiempo que alcanzan las décadas.

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Estos retos ponen en peligro la industria ganadera. Por lo tanto, debe mantenerse la eficacia de la amplia gama de antiparasitarios disponibles, mediante el diseño de enfoques de control de plagas que combinen el uso sensato de los antiparasitarios y buenas prácticas de pastoreo.

Aunque los veterinarios de granja son importantes en la implementación de programas de control parasitólogos, los parasitólogos pueden proporcionar conocimientos innovadores sobre la formulación y el éxito de estos.

¡Consúltalos y aplica sus consejos!

 

Fuentes

  • Ysamat, J. (2003). Tratamiento de la parasitosis en vacuno de carne. Ganadería20. URL

Revisado por:

Luis Alberto Enciso López

Médico Veterinario Zootecnista

Matrícula Pofesional No. 12415

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